lunes, 25 de noviembre de 2013

Los Chakras


Chakra quiere decir rueda en sánscrito. En la ciencia yóguica, se definen como centros giratorios de energía que reciben, regulan y distribuyen el prana, o la energía vital que fluye por nuestros cuerpos sutiles a través de nuestros canales energéticos (nadis, o lo que en la medicina china se conoce como meridianos, en cuyo caso el prana se conoce como chi). Los chakras principales son siete, y están ubicados justo delante de la columna vertebral de manera ascendente. Esta energía es la misma que nos da vitalidad, y que se transforma en diferentes tipos de vibraciones que están conectadas con diferentes formas de la energía universal: la supervivencia, la sensualidad, el poder personal, el amor, la expresividad, la intuición y la espiritualidad.

                           Nuestra vida es un reflejo de nuestros chakras

Algunos chakras tienen características femeninas de quietud, aceptación, receptividad y sabiduría, mientras que otros representan aspectos masculinos de actividad, poder, solidez y afirmación. Algunos se relacionan con nuestra naturaleza más básica y otros con fuerzas más elevadas: todos son pulsiones que forman parte de nosotros, y son necesarios en una proporción adecuada para la salud del cuerpo y del alma. Esta danza entre la expansión y la fuerza que realizamos a través de prácticas tradicionales como el hatha yoga (que equilibra la luna y el sol), es una forma de traer balance a las diferentes vibraciones que nos constantemente entregamos y recibimos del universo a través del prana: la energía primordial.

Los Chakras tienen los colores del arco iris y su disposición en el cuerpo es la misma  que encontramos en el  arco iris (de abajo hacia arriba) rojo, naranja, amarillo, verde/rosa, azul, índigo, violeta/blanco.
   Chakra 1 Raíz / Rojo                  
Chakra 2 Sacro / Anaranjado   
 Chakra 3 Plexo Solar / Amarillo
 Chakra 4 Corazón / Verde        
 Chakra 5 Garganta / Azul         
Chakra 6 Tercer Ojo / Índigo   
Chakra 7 Corona / Violeta       

              DISTRIBUCIÓN DE LOS 7 PUNTOS DE ENERGÍA A TRAVÉS DEL CUERPO.

El primer chakra:

El primer chakra está ubicado entre el ano y los genitales, rige la constitución física, la circulación en la parte inferior del cuerpo, la sexualidad y todo lo relativo a la supervivencia. Cuando la energía funciona bien y el cuerpo se encuentra sano y fuerte el chakra está en perfecta armonía. En cambio, cuando está alterado, podemos apreciar una falta de interés y de pulsión de la energía sexual. Aparece la frigidez, la impotencia y las enfermedades en los órganos sexuales. Su bloqueo también puede manifestar falta de vitalidad, disminución de interés por la vida.


Segundo chakra:

Se encuentra a 4 dedos debajo del ombligo o tan-tien. Es un centro de energía que se asocia con la experiencia emocional, tanto propia como la que mantenemos con amigos, familiares y parejas. Este chakra manifiesta nuestra vulnerabilidad, 
sensibilidad, pasión e intercambio en las relaciones personales. A través del chakra descubrimos nuestras necesidades y la mayoría de los deseos emocionales.
Cuando su funcionamiento es correcto nos sentimos equilibrados, percibimos la riqueza de matices que hay a nuestro alrededor. En momentos como esos es cuando sentimos libremente la fluidez entre nuestras emociones y las de aquellas personas con las que tenemos un vínculo afectivo o emocional. Si está bloqueado tenemos agresividad, nos sentimos desamparados y podemos llegar a creer que los demás ni nos aprecian ni nos entienden.


Tercer chakra:

El tercer chakra se encuentra en el plexo solar (o en el estómago) Afecta en los aspectos emocionales pero es, ante todo, centro de poder, fuerza y equilibrio, 
por eso se vincula con la voluntad que dirige nuestras vidas. Cuando está activado de forma correcta nos sentimos plenos con las acciones que realizamos, tenemos capacidad creativa, imaginativa y hasta organizativa. En cambio cuando una situación o acción bloquea el chakra podemos padecer miedo, angustia y hasta reacciones de cólera.


Cuarto chakra:

Se localiza en el corazón. Está en el plexo solar a la altura del corazón y su principal función es equilibrar nuestras dos naturalezas: la materia y la espiritual. En él confluyen los otros chakras y nuestras condiciones físicas, emocionales, mentales y espirituales. En este chakra desarrollamos amor incondicional y sin prejuicios de ningún tipo hacia todas las personas que notamos vibran en una sintonía que nos resulta común. La tristeza y la alegría son dos de los elementos principales de este chakra. Por tanto, cuando el chakra está activo la persona vive alegría, sentido del humor y optimismo. Por el contrario, cuando existe bloqueo en el chakra aparecen la apatía, la ansiedad, angustia, desgano. Etc.


Quinto chakra: 


Se encuentra en la garganta y está directamente relacionado con la comunicación, es decir, con lo que decimos y con todo lo que callamos. Rige lo que pensamos y la energía que destilamos cuando efectuamos una afirmación y al tiempo se contrae cada vez que acatamos una orden sin estar conformes o callamos por miedo, temor o inseguridad. Cuando su funcionamiento es correcto nuestras palabras fluyen libremente y sin tapujos, al ritmo de las ideas y la comunicación con todas las personas de nuestro entorno es libre, a la vez que somos capaces de estar abiertos a las ideas de los demás. En cambio cuando se producen un bloqueo, desestimamos la comunicación tendemos a la discusión fácil e incluso al enojo por las palabras de los demás.


Sexto Chakra:
 
Se encuentra en el centro de la cabeza (entrecejo) y gobierna las funciones del subconsciente y del inconsciente. De él dependen la intuición e incluso la clarividencia y muchos de los fenómenos psíquicos. En él se encuentran las funciones del cerebro y de la mente. Por él converge la energía que ponemos en las ideas y en la opinión que tenemos sobre nuestra persona. Por lo general cuando está funcionando con normalidad nos sentimos bien y felices con lo que hacemos o pensamos. Se desarrolla nuestra creatividad, imaginación y velocidad de reacción. En cambio, cuando está alterado podemos padecer dolores de cabeza, inseguridad y stress.
 


Septimo Chakra:
 
Lo encontramos en la coronilla. Es el punto místico que tantas religiones han buscado 
potenciar a través de los diferentes ejercicios de meditación y trascendencia. Este chakra rige las creencias e ideas espirituales. Cuando está activo nos mostramos solidarios, nos preocupamos por los demás, por su bienestar y evolución. En cambio si el chakra está bloqueado podemos tener confusión no sólo en cuanto a nuestras ideas religiosas o espirituales sino también sobre nuestra ética y moral.










martes, 5 de noviembre de 2013

Pranayamas

El vocablo Pranayama, deriva del sánscrito Prana (pra=primera unidad, na=energía) y Yama: (controlar y extender, manifestación o expansión) Dice el Hatha Yoga Pradipika que "cuando el aliento va y viene, la mente está inquieta, pero cuando el aliento se calma, también se calma la mente".
La respiración es vida. Se empieza con el primer llanto y se termina con el último aliento. Durante toda la existencia la correcta respiración es sinónimo de buena salud. La práctica de pranayamas corrige las deficiencias que se pudieran haber originado.
A través de la respiración puedes curar el insomnio, estados emocionales de baja frecuencia como la depresión, ansiedad, confusión, enojo, y calmar estados neuróticos. Existe una relación muy estrecha de todo lo que sucede en nuestro organismo y el aire que respiramos y cómo respiramos. En Yoga se considera que el aire es la energía vital, es decir, la vía primaria por donde fluye el prana, de tal forma que el control de la respiración es inseparable del movimiento, quietud o desarrollo de las posturas. Según el maestro B.K.S. Iyengar "sólo gracias a una respiración adecuada, las asanas se llenan de inteligencia".

                           Pranayama y emociones

No somos conscientes que la respiración se encuentra en cada pensamiento o movimiento.
En Yoga el control del sistema respiratorio facilita la revitalización del cuerpo gracias al aumento de la capacidad pulmonar y a la oxigenación del torrente sanguíneo. Pero, además, el Pranayama, que significa respirar con el todo, favorece la atención, la concentración, la serenidad y el equilibrio físico y mental.
Existe una relación entre el control de la respiración y el de las emociones (la ansiedad está relacionada con la respiración torácica), de tal forma que un cambio en el proceso respiratorio también permite interrumpir o controlar patrones de respuesta emocional no deseados.

                 Algunos Pranayamas y sus funciones

Nadisodhana pranayama: Respiración alternada. Equilibra los nadis Ida y Pingala, y despierta shushuma, lo que conduce a estados profundos de meditación y al despertar espiritual. Estimula todos los centros del cerebro, para alcanzar su óptimo funcionamiento.
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- Bastrika pranayama: Respiración de fuego o fuelle. Es una respiración estimulante. Activa el sistema nervioso y acelera el metabolismo. Genera calor corporal y tonifica los órganos del sistema digestivo. El rápido intercambio de aire en los pulmones ayuda a la eliminación de toxinas y reduce los niveles de dióxido de carbono, limpiando los pulmones. Es buena para pacientes asmáticos y problemas respiratorios.
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- Kapalbhati pranayama: Activa la mente y la prepara para la meditación. Tiene efectos similares a bastrika sobre el sistema respiratorio.
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- Seetkari pranayama: Respiración enfriante. Relaja la mente y el cuerpo. Controla el hambre y la sed. Reduce la presión arterial y la acidez estomacal. Es bueno practicarla antes de dormir. Junto con Sheetali, son los dos pranayamas indicados para Pitta agravado.
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- Sheetali pranayama: Pico de cuervo. Tiene los mismos efectos que seetkari. Es una alternativa para personas con dientes sensibles que no pueden realizar Seetkari pranayama.
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- Ujjayi pranayama: Respiración sonora o “victoriosa”. Ayuda a mantener la conciencia en la respiración, calma la mente y relaja profundamente el sistema nervioso. Reduce el ritmo cardiaco y elimina la retención de líquidos. Es bueno para personas con presión arterial alta.
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- Bhramari pranayama: Sonido de la abeja. Relaja el sistema nervioso y dirige la mente hacia el interior. Induce el estado de meditación profunda. Alivia el estrés y la tensión mental. Elimina la ansiedad, la ira y el insomnio. Reduce la presión arterial y acelera el proceso de regeneración de los tejidos, por lo que es bueno practicarla luego de una operación.


Pautas generales
1) Siempre se inhala y se exhala por nariz 
2) La respiración debe ser rítmica, lenta, profunda y, de ser posible, silenciosa. 
3) No forzar la respiración, ni provocar cortes bruscos. 
4) Respetar el impulso natural de la respiración.


                 Beneficios generales de los pranayamas 



- La práctica de los pranayamas influye positivamente en las estructuras física, pránica, mental e intelectual del ser humano. 

- Mejora la captación de oxígeno y la eliminación del dióxido de carbono. Purifica los pulmones y las vías respiratorias. 

- Incrementa la circulación sanguínea. Purifica la sangre. Tonifica el corazón, el sistema nervioso, la médula espinal y el cerebro. 

- Asegura una buena circulación de los fluidos corporales en los riñones, estómago, intestinos, hígado, etc., estimulando el proceso digestivo. 

- La práctica regular de pranayamas previene y cura muchas enfermedades otorgando gran vitalidad. 

- Incrementa el nivel de energía y regulariza el fluido pránico del cuerpo. Purifica los nadis y disuelve los bloqueos energéticos. 

- Otorga calma, serenidad y claridad mental. Estimula el rendimiento intelectual y mejora la memoria. 

- Los pranayamas inducen a un estado mental favorable para alcanzar profundos estados de interiorización, concentración y meditación.