sábado, 21 de diciembre de 2013

El vegetarianismo en la Biblia


"Si aquel que corta árboles y mata ganado, o hace fango sangriento en la batalla, y por todo eso alcanza el cielo, entonces déjenme preguntar, ¿quién va al infierno?". Pancatantra.

Mandamiento N* 5 : No Mataras

En el Génesis 9:4,5 se prohibe directamente comer carne: "Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis." "Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré; y de mano del hombre; de mano del varón su hermano, demandaré la vida del hombre."

En el Levitico (Cap. 3, Ver. 17) se dice: "Este es un decreto perpetuo de generación en generación, donde quiera que vivan. Los Israelitas no comerán ni grasa ni sangre".


El 7:23 se dice: "No comerán sebo de buey, ni de cordero, ni de cabra".

En el mismo capítulo se dice: "Porque todo aquél que come grasa de algún animal que suele ofrecerse en sacrificio al Señor, no será considerado por más tiempo hijo de Dios. No importa dónde vivan los Israelitas, nunca deben utilizar la sangre de pájaros o animales para la comida (Levitico, 7:25,26).


Isaias (1:11,12,15 y 16) afirma: "¿ Para qué me sirve?", dice Jehová, "la multitud de vuestros sacrificios ?. Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabrios." ?..." Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros Mis ojos; asi mismo cuando multipliquéis la oración, Yo no os oiré; llenas están de sangre vuestras manos". "Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de Mis ojos; dejad de hacer lo malo".

Isaias, (66.3) la matanza de las vacas es particularmente aberrante: " El que mata un buey peca como el que matase a un hombre...".


También encontramos en la Biblia la historia de Daniel, quien mientras estuvo en prisión en Babilonia se negó a recibir la carne que le ofrecian sus carceleros, prefiriendo comer sencillamente comida vegetariana.

Si me ofrecen sacrificios, es sólo por el interés de comerse la carne. Pero Yahvé no los acepta y, en adelante, va a tener presente su falta, va a castigar sus pecados y los va mandar nuevamente a Egipto. (Oseas 8, 13)

En las cartas Pseudoclementinas se citan enseñanzas atribuidas al apóstol Pedro. Pedro dice claramente en el Sermón XII: “La alimentación artificial basada en la carne es tan venenosa como el culto pagano de los demonios, con sus sacrificios y sus fiestas impuras. Mediante la participación en estas, el hombre se convierte en compañero de mesa de los demonios. En relación a sus propios alimentos Pedro describe: ” Yo vivo del pan y las aceitunas, y rara vez agrego algún vegetal.

Santiago (nombrado también en la Biblia como Jacobo) fue el líder de la primera comunidad cristiana de Jerusalén. Es considerado como el hermano de Jesús según la doctrina evangélica y según la doctrina católica como primo de Jesús. Incluso Pablo, quien en la Biblia dió a las personas libertad de elegir su comida, está siendo citado en el Toledoth Yeshu que es una colección de antiguas fuentes judías acerca de la vida de Jesús: “Jesús me ordenó que no coma carne y no beba vino, si no que me alimente sólo de pan, agua y frutas, para que cuando el desee hablar conmigo yo me encuentre puro”


                                                            EN EL NUEVO TESTAMENTO

Pasando al nuevo testamento, Jesús instituye el bautismo como una nueva forma de purificación de los pecados, pues hasta ese entonces la única redención de ellos era el sacrificio de animales en los templos, era el método conocido hasta la aparición de Juan el Bautista.

En los templos constaba de animales que se vendían para los sacrificios que los mismos sacerdotes llevaban a cabo allí, es por esto que más de un pasaje de la historia de Jesús lo muestra intentando destruirlos en Mateo 12, 6-7: Y, además, se lo digo, aquí está uno que es más grande que el Templo. Y si ustedes entendieran claramente lo que significa: Yo no les pido ofrendas, sino que tengan compasión, no habrían condenado a estos inocentes.


Las clásicas justificaciones del consumo de carne hacen alusión a la multiplicación de pan y pescado, sin embargo en Mateo 16, 9-10; Marcos 8, 19-20 y Juan 6, 26 es posible ver que sólo se hace referencia al pan, lo del pescado fue incluido posteriormente con el fin de dar sentido a Ictus, palabra griega que traducida significa pez y es la sigla de Isous Christos Theou Uious Soter (Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador) motivo de la identificación de los cristianos con el pez durante siglos, pues la multiplicación se asocia como una profecía de la iglesia naciente de Cristo.


                                                        DE LA MAL TRADUCCION DE LA BIBLIA

En Mateo 3.4. Se describe cómo Juan el bautista comía langostas en el desierto. Esta afirmación podría tener dos interpretaciones: por una parte podríamos hablar de un pan llamado enkris (en griego) o de akris que se traduce como saltamontes. Por otro lado, las hojas de la acacia, son para las langostas una golosina, así que a esta hoja se le dio el nombre de locusta en latín que se traduce al español como langosta migratoria. El pan del algarrobo producido a partir de la harina de la planta sirvió a Juan como alimento. Y, por esto, se dio al pan el nombre de: pan de san Juan. El algarrobo y el pan de san Juan son ahora ampliamente conocidos en todo el mundo, pero el error humano en la redacción y la interpretación del texto bíblico no han sido corregidos.

                                   EL EVANGELIO DE LOS ESCENIOS (ESTRACTO)

Jesús respondió: "Así sea según vuestra fe", y se sentó entre ellos diciendo:

Fue dicho a aquellos de los antiguos tiempos: "Honra a tu Padre Celestial y a tu Madre Terrenal y cumple sus mandamientos, para que tus días sean cuantiosos sobre la tierra". Y luego se les dio el siguiente mandamiento: "No matarás", pues Dios da a todos la vida, y lo que Dios ha dado no debe el hombre arrebatarlo. Pues en verdad os digo que de una misma Madre procede cuanto vive sobre la tierra. Por tanto quien mata, mata a su hermano. Y de él se alejará la Madre Terrenal y le retirará sus pechos vivificadores. Y se apartarán de él sus ángeles y Satán tendrá su morada en su cuerpo. Y la carne de los animales muertos en su cuerpo se convertirá en su propia tumba. Pues en verdad os digo que quien mata se mata a sí mismo, y quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte. Pues cada gota de su sangre se mezcla con la suya y la envenena; su respiración es un hedor; su carne se llena de forúnculos; sus huesos se convierten en yeso; sus intestinos se llenan de descomposición; sus ojos se llenan de costras; y sus oídos de ceras. Y su muerte será la suya propia. Pues solamente en el servicio de vuestro Padre Celestial son vuestras deudas de siete años perdonadas en siete días. Mientras que Satán no os perdona nada y debéis pagarle todo. Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, vida por vida, muerte por muerte. Pues el coste del pecado es la muerte. No matéis, ni comáis la carne de vuestra inocente presa, no sea que os convirtáis en esclavos de Satán. Pues ése es el camino de los sufrimientos y conduce a la muerte. Sino haced la voluntad de Dios, de modo que sus ángeles os sirvan en el camino de la vida. Obedeced, por tanto, las palabras de Dios: "Mirad, os he dado toda hierba que lleva semilla sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol, en el que se halla el fruto de una semilla que dará el árbol. Este será vuestro alimento. Y a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, donde se halle el aliento de la vida, doy toda hierba verde como alimento. También la leche de todo lo que se mueve y que vive sobre la tierra será vuestro alimento. Al igual que a ellos les he dado toda hierba verde, así os doy a vosotros su leche. Pero no comeréis la carne, ni la sangre que la aviva. Y en verdad demandaré vuestra sangre que brota con fuerza, y vuestra sangre en la que se halla vuestra alma. Demandaré todos los animales asesinados y las almas de todos los hombres asesinados. Pues yo el Señor tu Dios soy un Dios fuerte y celoso, castigando la iniquidad de los padres sobre sus hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos quienes me odian, y mostrando misericordia hacia los millares de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos. Ama al Señor tu Dios con todo corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas; éste es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es según éste: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". No hay mandamiento más grande que éstos".




Vegetarianismo


La palabra “vegetariano,” empleada por primera vez por los fundadores de la Sociedad Vegetariana Británica en 1842, proviene de la palabra latina “vegetus” que significa “íntegro, sano, fresco o vigoroso”, como en “homo vegetus”, el cual quiere decir una persona mental y físicamente vigorosa. El significado original de la palabra implica una filosofía equilibrada y un sentido moral de vida; mucho más que una dieta de frutas y vegetales.
SALUD Y NUTRICIÓN.
En 1961 el periódico de la Asociación Médica Americana dijo: “Entre el 90% y el 97% de las enfermedades del corazón pueden ser prevenidas con una dieta vegetariana.” Desde entonces, se sabe científicamente que después del tabaco y el alcohol, el consumo de carne es la mayor causa de mortalidad en Europa Occidental, los Estados Unidos, Australia y otras regiones del mundo. Doscientos catorce científicos realizaron una investigación en veintitrés países que mostró casi un total acuerdo en que existe un vínculo entre la dieta, el nivel de colesterol y las enfermedades del corazón. Científicos de la Universidad de Milán y del Hospital Maggiore demostraron que la proteína vegetal ayuda a mantener bajo el nivel de colesterol.
En un informe del periódico Médico Británico, The Lancet; D.C.R. Sirtori; concluye que la gente con un alto nivel de colesterol asociado con enfermedades del corazón: “Puede beneficiarse con una dieta cuya proteína provenga sólo de vegetales”.
Acerca del cáncer, investigaciones demuestran que los cánceres de colon, recto, pecho y útero son muy raros en quienes comen muy poco o nada de carne como los adventistas del séptimo día, los japoneses o los hindúes. Un artículo en “The Lancet” apoya la anterior investigación. La Academia Nacional de Ciencias informó en 1983 que “la gente sería capaz de prevenir muchos tipos comunes de cáncer; comiendo menos carne y más vegetales y cereales”. La razón por la cual los comedores de carne son más propensos a estas enfermedades la dan nutricionistas y biólogos; y es que el tracto intestino del hombre simplemente no es adecuado para digerir carne.
¡Pero... espere un minuto! ¿Acaso los seres humanos no somos destinados a ser carnívoros? ¿Acaso no necesitamos la proteína animal? La respuesta a ambas preguntas es: NO. El científico sueco Karl Von Linne afirma:”La estructura del hombre, externa e interna, comparada con la de otros animales muestra que la fruta y los vegetales suculentos constituyen su alimento natural”.
En cuanto a la proteína el Instituto Kalonska de Suecia y el Instituto Max Plank de Alemania, han demostrado que la mayoría de los vegetales, frutas, semillas, nueces y cereales son excelentes fuentes de proteína completa. De hecho sus proteínas son mucho más fáciles de asimilar que las de la carne y no traen consigo ninguna toxina.
En una serie de pruebas comparativas de resistencia, dirigidas por el Dr. Irving Fisher de la Universidad de Yale, los vegetarianos se desempeñaron dos veces mejor que los comedores de carne. Un estudio del Dr. J. Iotekyo y V. Kipani en la Universidad de Bruselas demostró que los vegetarianos eran capaces de ejecutar pruebas físicas de dos a tres veces más prolongadas que los comedores de carne y que los vegetarianos se recobraban plenamente de la fatiga cinco veces más rápido.
Jean Mayer, un nutricionista de la Universidad de Harvard, estima que la reducción de tan sólo el 10% de la producción de carne daría suficientes cereales como para alimentar a 60 millones de personas. Otro precio que pagamos es la contaminación del medio ambiente. Los desagües altamente contaminados de los mataderos son una de las principales fuentes de contaminación de los ríos. En el libro “Población, recursos y medio ambiente” se demuestra que la producción de una libra de trigo requiere sólo 30 litros de agua, mientras que la de una libra de carne requiere de 2500 a 3000 litros de agua.
Muchas personas consideran las razones éticas las más importantes para volverse vegetariano.
En un ensayo titulado “Acerca de comer carne” el autor romano Plutarco escribió: “¿Puede realmente preguntar por qué razón Pitágoras no comía carne? Por mi parte más bien me asombro y me pregunto; ¿por qué gran accidente y en qué estado mental, el primer hombre utilizó su boca para desgarrar y llevar sus labios a la carne de una criatura muerta, tendió su mesa con cuerpos muertos y pálidos y se aventuró a llamar alimento y nutrición a esos seres que en un momento se alegraron, lloraron, se movieron y vivieron? ¿Cómo pudieron sus ojos soportar la matanza cuando sus gargantas eran cortadas y sus miembros descuartizados? ¿Cómo pudo su nariz soportar esos olores? ¿Cómo es que esa contaminación no trastornó su gusto y pudo beber jugos de heridas mortales?”
León Tolstoi advirtió: “Mientras nuestros cuerpos sean las tumbas vivientes de animales asesinados, ¿cómo podemos esperar alguna condición ideal en la Tierra?” Hace 26 siglos Pitágoras dijo: “Aquellos que matan animales para comer su carne tienden a masacrarse a sí mismos.”
Las principales escrituras religiosas ordenan al hombre vivir sin matar innecesariamente. El Antiguo Testamento instruye: “No Matarás” (Éxodo 20:13). En el Génesis (1:29) y en el Génesis (9:4) “Pero carne con vida, que es su sangre, no comeréis, porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal, la demandaré.” En el Evangelio de la Paz de los rollos del Mar Muerto Jesús dice: “Y la leche de toda bestia que se mueve y que vive sobre la faz de la tierra será carne para vosotros, así como les he dado a los animales la hierba verde, así os doy a vosotros su leche; pero la carne y la sangre que les dan vida no las comeréis.”
El Señor Buda (Siddharta Gautama) advino con el propósito de detener la matanza irrestricta de animales y establecer su doctrina de “ahimsa” (no violencia), la cual, junto con el vegetarianismo, Él estableció como paso fundamental en el sendero de la elevación de la conciencia.
El Manu samhita, el antiguo libro de leyes de la India dice: “Habiendo considerado el desagradable origen de la carne y la crueldad de la matanza de seres vivos, uno debe abstenerse completamente de comer carne.”
En el Bhagavad gita (5.18), Krishna (La Suprema Personalidad de Dios) explica que la perfección espiritual comienza cuando uno puede ver la igualdad de todos los seres vivientes.
“El sabio humilde, en virtud del conocimiento verdadero, ve con igual visión a un brahmana (sacerdote) erudito y apacible, a una vaca, a un elefante, a un perro y a un paria.”


¿Qué es lo que hace tan dañino la carne al sistema circulatorio?

Las grasas de la carne animal, tal como el colesterol que no se desdobla bien en el cuerpo humano, el cual no es capaz de asimilarlo en grandes cantidades.
A saber, el colesterol tiene la consistencia y suavidad de la cera, y se encuentra en cada célula del cuerpo. Es el elemento constitutivo con el que se forman las membranas de las células, así como la sustancia que ayuda a la formación de algunas hormonas y otros tejidos necesarios. El organismo humano produce el colesterol que requiere y no necesita que sea consumido . Las personas obtienen el colesterol de dos fuentes, una endógena: el cuerpo mismo, especialmente el hígado lo produce, y otra exógena por alimentos como: huevo, carnes y lácteos.
El colesterol es una sustancia que siembra el terror entre los consumidores de carnes y grasas animales principalmente. ¿Por qué?. Porque aumenta en forma considerable el riesgo de sufrir de artereoclorosis, una enfermedad muy común, que se caracteriza por el engrosamiento de las paredes de las arterias por causa de la formación de placas de grasa (lípidos), y el bloqueo de la circulación sanguínea. Ello, sobrecarga tremendamente el corazón, el cual tiene que bombear con más y más fuerza para enviar la sangre a través de los vasos cargados y estrechos, incrementando el riesgo de ataques cardiacos y derrame cerebral. Al respecto 214 científicos (investigadores de la aterosclerosis de 23 países) coinciden en hacer mención de otros males como hipertensión arterial y hemiplejías 13 .

El bueno y el malo

El colesterol como cualquier lípido es prácticamente insoluble en agua, razón por la que debe ser conducido en la sangre con la ayuda de las lipoproteínas, que son vehículos transportadores con una misión específica. Hay varias clases de proteínas, pero las dos más importantes son las de baja densidad (LDL), que en términos populares se llama colesterol malo, y las de alta densidad(HDL) o colesterol bueno.
Las lipoproteínas (LDL) o colesterol malo, son las que contribuyen a la formación de placas(ateromatosas) en las paredes de las arterias que alimentan el corazón y el cerebro. Un trombo que se forma en la zona de la placa puede bloquear el flujo de sangre a parte del corazón y causar un ataque, o al cerebro y causar un derrame. Por eso se habla de colesterol malo.
En cuanto al llamado colesterol bueno (HDL), su acción es opuesta a la de las LDL: limpian las arterias y hacen el papel de deshollinadores, captan el colesterol que las células no utilizan y lo transportan hacia el hígado, donde es captado por otros receptores.
Científicos de la universidad de Milán y el Hospital Maggiore, han demostrado que las lipoproteínas (HDL) se encuentran en los vegetales, y que su consumo ayuda al mantenimiento de un nivel bajo del colesterol malo(LDL). Por otro lado, en un informe dado a la revista médica británica The Lancet, D.C.R. Sirtori concluyó que las personas que padecen de altos niveles de colesterol junto con afecciones cardiacas, "pueden beneficiarse de una dieta en la que las proteínas provengan sólo de vegetales" 14 .

¿Y el cáncer?

Investigaciones hechas en los últimos 20 años insinúan claramente una relación entre el consumo de carne y los cánceres de colon, recto, pecho y útero. Estos tipos de cáncer raramente se encuentran en aquellos que consumen poco o nada de carne, pero son muy corrientes entre las poblaciones que la consumen 15 . Otro artículo publicado en The Lancet informaba: "las personas que viven en la zona donde existe una alta incidencia de carcinoma de colon, tienden a basar su alimentación en dietas que contienen una gran cantidad de grasas y proteínas animales; mientras que los que viven en zonas de baja incidencia, suelen alimentarse con dietas vegetarianas, de pocas grasas o sustancias animales" 16 .
Rollo Russell, en sus notas on the causation of cáncer dice: "el resultado de mi investigación es que, de 25 países grandes consumidores de carne, 19 tenían un alto nivel de cáncer y sólo uno de ellos presentaba un nivel bajo; y que, de 35 países donde se consume poco o nada de carne, ninguno tenía un nivel alto".


                            Salud y nutrición

¿Se puede mejorar o restablecer la salud mediante una dieta vegetariana?. ¿Puede prevenir ciertas enfermedades?
Los defensores del vegetarianismo han respondido afirmativamente desde hace muchos años, aunque no contaron con ningún apoyo de la ciencia moderna hasta recientemente. En la actualidad, los investigadores médicos han descubierto una evidente conexión entre el consumo de carne y enfermedades mortales como el cáncer y las cardiopatías; por ello, están reconsiderando el vegetarianismo.
Los científicos han sospechado desde 1960, que una dieta basada en la carne, está de alguna forma, relacionada con el desarrollo de arteriosclerosis y las enfermedades del corazón. Ya en 1961, el Journal of the American Medical Association exponía que "una dieta vegetariana puede prevenir entre un 90 a 99% las enfermedades cardiacas (trombo embolia y oclusiones coronarias). Desde aquella afirmación y hasta la fecha, varios estudios organizados han demostrado científicamente que, después del tabaco y el alcohol, el consumo de carne es la causa de mayor mortalidad en Europa Occidental, EEUU, Australia y otras regiones ricas en el mundo.
EEUU es el país donde más se consume carne; igualmente es el país portador del más alto índice en muertes del corazón. En él se estima que una de cada dos personas morirá del corazón o de enfermedades circulatorias. Allí también se encuentra el mayor número de clínicas cardiacas en donde el negocio de los médicos es REMENDAR el corazón, encontrar válvulas plásticas, pilas y corazones artificiales; y en vez de recordar, el método por el cual el corazón nunca enferme, se dedican a remendarlo.

El corazón es la bomba biomecánica más perfecta del universo y puede durar, en excelentes condiciones cientos de años. Pero el hombre acaba con ella en 40 o 50 años al comer carne.





El Karma en la Biblia



Jesús el gran Kabir, dijo: "PONTE DE ACUERDO CON TU ADVERSARIO PRONTO, EN TANTO ESTAS CON ÉL EN EL CAMINO, NO SEA QUE EL ADVERSARIO TE ENTREGUE AL JUEZ, Y EL JUEZ AL ALGUACIL, Y SEAS ECHADO EN LA CÁRCEL. DE CIERTO OS DIGO QUE NO SALDRÁS DE ALLÍ, HASTA QUE PAGUES ÉL ULTIMO CUADRANTE". Mateo 5, 25-26.

Gálatas 6, 7- 9 "NO OS ENGAÑÉIS; DIOS NO PUEDE SER BURLADO; PUES TODO LO QUE EL HOMBRE SEMBRARE, ESO SEGARÁ, NO NOS CANSEMOS PUES, DE HACER BIEN: PORQUE A SU TIEMPO SEGAREMOS, SI NO DESMAYAMOS"

Éxodo 21. 12; 23-25 "EL QUE HIERE A ALGUNO, HACIENDO ASÍ MORIR, EL MORIRÁ. MAS SI HUBIERA MUERTE, ENTONCES PAGARÁ VIDA POR VIDA, OJO POR OJO, DIENTE POR DIENTE, MANO POR MANO, PIE POR PIE, QUEMADURA POR QUEMADURA, HERIDA POR HERIDA, GOLPE POR GOLPE"
Cuando Pedro, precipitándose sobre el siervo de Caifas, le corto la oreja, Jesús le dijo: “Pedro; Devuelve tu Espada a su vaina, porque aquellos que tomen la espada, perecerán por ella“.

Jesús cuando dijo: “El que siembra Rayos cosechara tempestades”.

“YO fui un niño de aguda viveza y tuve un Espíritu bueno. En verdad, por ser bueno, vine a un cuerpo inmaculado…” (8,19).

"El Señor de los ejércitos ha hecho con nosotros aquello mis-
mo que pensó hacer en vista de nuestras obras y de nuestros
procederes
." Zacarías 1,6



Mas el Señor, Dios de Israel, que ve todas las cosas, le hirió
con una llaga interior e incurable: pues apenas había acaba-
do de pronunciar dichas palabras, le acometió un acerbo
dolor de entrañas y un terrible cólico. Y a la verdad es que
bien lo merecía, puesto que él había desgarrado las entra-
ñas de otros con muchas y nuevas maneras de tormentos
."

2 Macabeos 9,5-6

martes, 3 de diciembre de 2013

Karma


La ley del karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto que establece que nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos. La ley del karma enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia física y unas experiencias únicas. Estas son los efectos de las incontables acciones que cada uno ha realizado en el pasado. 
La palabra karma significa 'acción' y se refiere principalmente a nuestras acciones físicas, verbales y mentales.
Esta expresión, causa-efecto, define lo esencial de la Ley del Karma. Una traducción occidental de la misma, usada también por varios autores, puede ser justamente "Ley de Causa-Efecto". 
La palabra "Karma" significa "acción". Su concepto implica la idea de retribución, o sea, la de que cada causa produce un efecto correspondiente. Cosechamos, pues, como efectos, aquello que sembramos como causas. El efecto es proporcional a la causa, en términos cualitativos y cuantitativos, hasta que se supere y se permita que el equilibrio sea restaurado, hasta que la armonía de las causas y de los efectos sea restablecida. Todo en el Universo es movimiento pero que nunca desintegra el Todo: hay una armonía hecha de contrastes, de acciones de signo contrario (flujo y reflujo), por eso mismo se compensa. 
La Ley del Karma actúa en todos los niveles y seres del Universo. En el ser humano, se manifiesta básicamente como ley de causas éticas. Aquello que nos rodea, las circunstancias que nos afectan, el propio carácter que nos define y el resultado de nuestros pensamientos, sentimientos y actos. Tenemos y somos exactamente aquello que nos merecemos, de acuerdo con la cualidad de las causas que generamos con nuestra conducta, tanto a nivel físico, como emocional y mental. 

                                           ¿Libertad o determinismo?


Realmente, en gran medida, el hombre está condicionado. En realidad, en verdad, podemos así afirmar que el hombre común está casi completamente condicionado, en un punto del que no tiene, además, conciencia alguna. Existe, sin embargo, un nivel a partir del cual el Hombre es libre y a este punto nos referiremos dentro de un momento.
Antes de eso, importa notar que solamente podemos identificar al Karma con el destino si salvaguardamos que es justamente el hombre el que va, sucesivamente, tejiendo ese destino. El hecho de que las causas que generamos produjeran efectos por fuerza de la Ley (del Karma), no implica que no haya libertad.
Evidentemente que, a partir del momento en que ciertos impulsos se ponen en movimiento, puede no ser ya posible pararlos; pero eso es similar a la situación en que, por haber optado por un modo de vida y una alimentacion desordenada, vamos a estar sujetos necesariamente a las consecuencias de tal cambio para la salud.
En el cuaternario inferior, el Hombre, de facto, depende (casi) enteramente de los condicionamientos kármicos, que se manifiestan en las  circunstancias hereditarias, sociales, familiares, culturales y en el juego de los fenómenos que fueron suscitando una concatenación de pensamientos y sentimientos en respuesta a determinados estímulos.
No obstante, el ser humano tiene niveles o Principios a partir de los cuales se consigue sobreponer a los fenómenos y circunstancias, induciéndolos y moldeándolos, en vez de ser conducido por ellos, reactiva o pasivamente.

              Referencias al Karma en las religiones y tradiciones espirituales

En las grandes religiones y tradiciones espirituales, es donde se habla más explícitamente del Karma individual. La comprensión de esta Ley está bastante más generalizada en las religiones orientales, aunque, de un modo quizás más confuso, también puede ser encontrada en los textos sagrados del Cristianismo.

En el Hinduismo o Sanatana-Dharma, el Karma es una de las concepciones fundamentales y omnipresentes. Lo encontramos en los Vedas; pasa a través de los Upanishads y, principalmente, del Bhagavad Gita. Por ejemplo, en el Brihadaraniaka-Upanishad, podemos leer: "cada uno se vuelve bueno a través del buen Karma, y malo a través del mal Karma"; en el Bhagavad Gita se ve, por ejemplo, 8:23 a 8:25 y 14:14 a 14:20. Está presente en las leyes de Manú (cfr. entre muchos otros pasajes, 1:107, 1:117, 6:61-64, 6:72 y 12:8). Lo encontramos, también, en los Puranas, específicamente en el Bhagavat Purana: "En la proporción de las acciones justas e injustas en esta vida, cada uno gozará o sufrirá las correspondientes reacciones de su Karma en la vida siguiente" (6.1.45).
En el Budismo es igualmente una de las enseñanzas absolutamente fundamentales. No podemos, a este propósito, dejar de citar una maravillosa y significativa frase del Señor Gautama Buddha: "Siembra un pensamiento y cosecharás una acción. Siembra una acción y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino".
En los textos cristianos, existen también pasajes que aluden al Karma – aunque, lamentablemente, la teología oficial no lo haya comprendido bien, en especial por haber repudiado la idea de las vidas sucesivas, de lo cual no puede ser desligado, sin que nos perdamos en una maraña de absurdos. La formulación más conocida y directa es la contenida en la Epístola de San Pablo a los Gálatas (6:7): "Todo lo que el hombre siembre, lo cosechará". Aunque la referencia a esta ley está patente en citas como "No peques más, para que no te suceda algo peor" (Juan, 5:14) o "No serás liberado, hasta que hayas pagado la última moneda" (Lucas, 12:59).
En cuanto al Karma colectivo, aflora en las Escrituras en narraciones como la del Diluvio (al que existen referencias universales, entre las cuales la Biblia judeo-cristiana es apenas un ejemplo más), en los grandes castigos (o en las grandes alegrías) colectivos, o en frases como ésta, atribuida a Jesús: "En verdad os digo, todos esos crímenes pesan sobre esta raza" (Mateo, 23:36); "¡Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación!" (Lucas, 11:51).



El Karma, que es la Ley por excelencia, tiene inherente una potencia evolutiva de todo el Cosmos. Por eso, él concurre siempre para hacer evolucionar al hombre y conducirlo al nivel de trascendencia de sus condicionantes. No es un terrible enemigo, como a veces se piensa, sino, en última instancia, nuestro mejor aliado.