sábado, 12 de octubre de 2013

El Mantra en el Cristianismo


La tradición de la oración ‘monoliguista’ – la oración que emplea una palabra sagrada recitada continuamente en el corazón y en la mente con fe – es una tradición venerable dentro del Cristianismo. Tal vez comenzó con respeto por el nombre de Jesús (‘ante el cual se doblará toda rodilla’ Filisteos 2:10). Este uso del Santo Nombre fue también establecido más tarde en las diversas formas de hesicasmo y en la Oración de Jesús de la Iglesia Ortodoxa. En la Iglesia Occidental el primer maestro de esta forma de oración fue John Cassian.
La primera descripción detallada de esta forma de oración se encuentra en la tradición del Desierto en la Conferencia X de Cassian. Aquí el recomienda el versículo (Salmo 69.2) ‘Oh Dios ven en mi ayuda, Oh Dios apúrate para ayudarme’. San Benito más tarde lo adoptó como verso de apertura del Oficio Divino, lugar que ocupa hasta nuestros días. Miles de años más tarde en Inglaterra el autor anónimo de La Nube del No Saber recomienda la misma forma de oración pero sugiere el uso de una sola palabra monosilábica tal como ‘Dios’.
En el Siglo XX John Main heredando y transmitiendo la misma tradición recomendaba la antigua oración Cristiana Arameica ‘Maranatha’. Ésta es una frase de las escrituras que significa ‘Ven Señor’ (1Corintios:16:22), en el idioma que Jesús hablaba, Arameo, y es una frase sagrada en la antigua liturgia Cristiana. Hay muchos otros ejemplos de palabras-oración sugeridos en la historia de la oración Cristiana que reflejan una época en particular o la personalidad del maestro de oración que guiaba a los demás hacia el silencio y la quietud contemplativa (hesica) en el corazón. Es común en la tradición el énfasis en la repetición continua de la palabra con fe y fidelidad cada vez más profundas a la misma palabra a medida que ésta se arraiga en el corazón y abre la gracia de la contemplación – nuestra entrada en la oración de Jesús mismo en el Espíritu Santo.
Aquellos que usaban el nombre de Jesús llamaban a la palabra simplemente ´el Nombre´o el “Santo Nombre´. Cassian no recomendaba el nombre y llama al verso que él sugiere como ´la fórmula´. Este término significaba ´regla o principio´. Es decir, la fórmula no tenía un significado específicamente sagrado sino que se refería a un modelo o a un uso estándar de la misma palabra o frase recitada fielmente en todos los estados de la mente y que lleva al que hora a la pobreza de espíritu.
John Main se refiere a la palabra-oración como la ‘ palabra’ o el ‘mantra’. ¿Por qué usa el término ‘mantra’ en especial, ya que se lo asocia con formas orientales de meditación?
Para comprender esto es necesario recordar el entorno religioso en el cual John Main recuperó y comenzó a enseñar a meditar de acuerdo con la tradición Cristiana. Antes de entrar a la vida monástica John Main había encontrado esta práctica en el Oriente aunque siempre la había practicado como una forma de oración Cristiana. Fue allí donde encontró por primera vez el término ‘mantra’ que tenía el sentido de una ‘palabra o fórmula repetida o cantada como un cántico o una oración’. Veinte años después, cuando volvió a leer a Cassian y encontró esta forma de orar dentro de la tradición Cristiana reanudó su propia práctica y descubrió su importancia universal para la espiritualidad Cristiana contemporánea.

´Padre Celestial, abre mi corazón a la silenciosa presencia del espíritu de tu Hijo. Guíame hacia el misterioso silencio donde tu amor se revela a todos los que dicen maranatha, ven Señor Jesús´








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