lunes, 13 de enero de 2014

La Reencarnación en la Biblia




En el capitulo 16, verso 13 de Mateo se lee: “…Jesus preguntaba a sus discipulos:¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?, ellos dijeron: Algunos dicen Juan el Bauitista, otros Elias, todavia otros Jeremias o algunos de los profetas.”


Durante el pasaje de la transfiguración Jesús dice a sus discípulos: 

Elías ya vino, y no lo reconocieron sino que hicieron con él todo lo que quisieron.
De la misma manera va a sufrir el Hijo del Hombre a manos de ellos. 
Entonces entendieron los discípulos que les estaba hablando de Juan el Bautista.
 Jesús habla a sus discípulos sobre Juan el Bautista: 

Y si quieren aceptar mi palabra, Juan es el Elías que había de venir.

El que tenga oídos, que oiga.
(Explícitamente declarando que Juan el Bautista es la reencarnación del profeta Elías).


A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. 

Y sus discípulos le preguntaron: --Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? 
Ni él pecó, ni sus padres --respondió Jesús--, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida 
(Implicando que el hombre había vivido previamente antes de nacer ciego en la presente existencia).


Ni a los cincuenta años llegas --le dijeron los judíos--, ¿y has visto a Abraham? 

Ciertamente les aseguro que, antes que Abraham naciera, ¡yo soy!
(Implicando que Jesús es eterno habiendo vivido anteriormente).

¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo
se regocije en ti?
Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, 
y danos tu salvación.
                  Salmo 85:6,7

Se hace claro partiendo de los comentarios de San Pablo acerca de Jacob y Esaú, que puede ser legítimo buscar en una vida previa la fuente de la maldad o la bondad del individuo. Dice San Pablo que el Señor amó a uno y odió al otro antes que hubieran nacido. Romanos 9: 10,13 Malaquías 1:2, 3. ¿Cómo puede un ser inexistente ser odiado o amado?


San Juan afirma en el Apocalipsis 3:12: "Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de Dios y nunca más saldrá de allí." Parece que él ya hubiese salido antes como encarnación, de otra forma las palabras "nunca más" estarían fuera de contexto o carecerían de sentido. Puede haber sido la vieja idea del exilio del alma y la necesidad de que ésta se purificase en un largo viaje antes de que pudiese ser admitida como "un pilar en el templo de mi Dios." En Lucas 20:35-36 una idea similar se presenta nuevamente. Jesús dice: "Más los que fueron tenidos por dignos de alcanzar aquel tiempo... no se casan... ni pueden morir ya más."

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